Decidimos que la mejor manera de superar el aprieto era crear nuestra propia cerveza. Y así es como, en abril de 2007, nació BrewDog.

Por aquel entonces, ambos socios no teníamos más que 24 años. Alquilamos una nave en Fraserburgh, solicitamos unos préstamos bancarios aterradores, gastamos todo el dinero en acero inoxidable y empezamos a producir cervezas artesanales de pura cepa.

Producíamos en cantidades muy pequeñas, llenábamos las botellas a mano y las vendíamos en los mercados locales o directamente desde nuestra maltrecha furgoneta.

Nuestra principal misión al crear BrewDog era hacer que otras personas sintiesen la misma pasión por la gran cerveza artesanal que nosotros. Y este sigue siendo nuestro objetivo a día de hoy.

De alguna manera convencimos a los bancos de que nos prestasen el dinero para comprar más barriles y una buena máquina embotelladora.

Conseguimos crear la cerveza más fuerte del Reino Unido, Tokyo. esto causó una gran tormenta mediática y, a juzgar por los titulares, la caída de la civilización occidental.

El órgano regulador británico Portman Group prácticamente prohibió todas nuestras cervezas. Pero empezamos a exportarlas a Suecia, Japón y América. También nos llamaron a un programa de televisión con Oz Clark.

Y en el segundo año de vida de BrewDog, nos habíamos convertido en la mayor marca de cerveza independiente de escocia.

Para satisfacer la demanda de nuestras cervezas necesitábamos más de esos enormes barriles, pero no había espacio en nuestra fábrica de Fraserburgh para almacenarlos. Así que cuando llegaron, los dejamos fuera.

También lanzamos Equity for Punks. Como parte de una iniciativa totalmente innovadora, ofrecimos a la gente a través de Internet la oportunidad de comprar acciones de nuestra compañía. Conseguimos una inversión de más de 1.300 acciones y así nació nuestro modelo de negocio anti-negocio.

Continuamos poniendo a prueba los límites y rompiendo las percepciones de la gente sobre lo que la cerveza puede ser, elaborando la cerveza más fuerte del mundo, Tactical Nuclear Penguin, con una graduación alcohólica del 32%.

También dejamos envejecer una cerveza en la cubierta de un barco pesquero, rompimos montones de cervezas industriales con un palo de golf y conseguimos que nuestro negocio creciera en un 200% (en medio de la peor recesión de las últimas décadas).

Abrir nuestro primer bar de cerveza artesanal en nuestra ciudad natal de Aberdeen fue un sueño hecho realidad y la respuesta de nuestros clientes nos impresionó.

Obtuvimos la Medalla de Oro con la IPA Hardcore en la Copa Mundial de la Cerveza y James se convirtió en el Empresario del año más joven de escocia.

Elaboramos una cerveza con una graduación del 55% y la envasamos dentro de un animal atropellado, convirtiéndola en la cerveza más cara del mundo al fusionar mundos tan dispares como el arte, la cerveza artesanal y la taxidermia.

Hicimos espacio para más barriles de fermentación en nuestra fábrica, que cada vez se estaba quedando más pequeña, y en diciembre también celebramos la primera asamblea general de accionistas de Equity Punk en una ciudad de Aberdeen muy nevada.

Al más puro estilo BrewDog, anunciamos nuestra llegada a Londres bajando por la calle de Camden High Street en un barril de BrewDog.

También elaboramos una cerveza en el fondo del mar (en serio), servimos una cerveza de 28% en una cabeza de ciervo adaptada e hicimos crecer nuestro negocio más de un 200% (¡una vez más!). Empezamos la construcción de nuestra nueva fábrica después de que la demanda de nuestras cervezas alcanzara niveles estratosféricos.

Pero sobre todo, lanzamos Equity for Punks II, recaudando más de 2,2 millones de libras para ayudarnos a continuar creciendo y dando la bienvenida a más de 5.000 nuevos accionistas.

Martin además se disfrazó de Reina de Inglaterra para celebrar el final de año con un vídeo en nuestro blog.

Lo que cinco años antes había empezado como un sueño, se convirtió en realidad. Nuestra sede central de primera clase nos permitió perfeccionar todos los aspectos del proceso y producir una cerveza artesanal todavía más genial.

Conseguir aumentar los ingresos en un 95%, y fuimos nombrados la empresa de más rápido crecimiento en escocia. También figuramos en la lista del Sunday Times Fast Track 100 como la empresa de alimentación y bebidas de más rápido crecimiento en el Reino Unido.

En el Reino Unido abrimos seis nuevos bares, y un nuevo establecimiento insignia en Shoreditch, Londres. ese mismo año Diageo no permitió que nuestros bares ganaran un premio, lo cual provocó otra tormenta mediática.

También salimos desnudos en una pantalla gigante delante del Parlamento británico, creamos una cerveza especial para los Juegos Olímpicos, lanzamos la fenomenal Dead Pony Club y congregamos a 2.000 Punks en Aberdeeen en la celebración de nuestra asamblea general de accionistas con rock and roll incluido.

Grabamos la primera temporada de nuestro programa televisivo BrewDogs en estados Unidos, y producimos increíbles cervezas con algunos de los mejores cerveceros artesanales del país.

Abrimos nuestro primer bar internacional en estocolmo y celebramos el funeral de la cerveza genérica en el centro de la capital sueca. También nos sentimos halagados y desconcertados, en igual medida, cuando un falso bar BrewDog abrió en China.

Por lo que respecta a la cerveza, lanzamos la superpopular Jack Hammer, doblamos el tamaño de nuestra nueva fábrica y pusimos clases de yoga obligatorias para todos los miembros de nuestro equipo en el aparcamiento. (Una de esas cosas es mentira).

Nuestro asalto continuó con la apertura de 12 nuevos bares BrewDog en lugares tan lejanos como Brasil y Japón, además de nuestro primer BottleDog y el fabuloso DogTap en la sede central de BrewDog.

También renovamos nuestra imagen de marca y volvimos a destacar por meterle caña a The Portman Group y al presidente ruso Vladimir Putin.

Lanzamos 36 nuevas cervezas BrewDog, además de nuestro camión de carga Truck Norris, salimos en pantalla con la segunda temporada de BrewDogs y transportamos nuestra cerveza a más de 55 países. No nos quedó mucho tiempo para dormir.

Batimos el récord mundial de Equity Crowd Funding con Equity for Punks V, que superó los 126 millones de libras.